El maltrato reproductivo es cuando una persona intenta controlar las decisiones reproductivas de otra persona con el fin de controlar su vida. Al maltrato reproductivo también se le llama “coerción reproductiva”. Coerción es cuando una persona trata de convencer a alguien de hacer algo por la fuerza o a través de amenazas. El maltrato reproductivo puede ser un solo acto, o puede ser parte de un patrón más grande de comportamientos de maltrato, como los que se explican en nuestra página de Formas específicas de maltrato. El maltrato reproductivo puede incluir agresión sexual, violación y otras acciones de maltrato relacionadas a su salud sexual y reproductiva, tales como:
- Comportamientos sexualmente coercitivos, como cuando una persona:
- obliga o presiona a su pareja a tener relaciones sexuales cuando él/ella no quiere;
- amenaza con terminar una relación si la persona no tiene relaciones sexuales;
- obliga a su pareja a no usar métodos anticonceptivos, incluyendo un condón, pastillas anticonceptivas u otras opciones disponibles;
- expone intencionalmente a su pareja a alguna infección de transmisión sexual (ITS); o
- toma represalias contra su pareja cuando se le informa sobre un resultado positivo de ITS.
- Sabotaje de los métodos anticonceptivos, como cuando una persona:
- esconde, retiene o destruye las pastillas anticonceptivas de su pareja;
- reemplaza o manipula las pastillas anticonceptivas de la pareja;
- rompe o le hace agujeros a un condón a propósito;
- se quita el condón durante la relación sexual sin decirle a su pareja;
- se niega a retirarse durante la relación sexual, aunque anteriormente haya acordado hacerlo;
- le saca el anillo vaginal anticonceptivo a su pareja; o
- le arranca el parcho anticonceptivo a su pareja.
- Presión de embarazo, que es cuando una persona presiona a su pareja a:
- embarazarse cuando no quiere embarazarse;
- continuar un embarazo cuando quiere un aborto; o
- terminar un embarazo cuando quiere continuarlo.1
Aún si su pareja no ha hecho alguna de las cosas mencionadas arriba pero está controlando sus decisiones reproductivas de otras maneras, usted podría estar experimentando maltrato o coerción reproductiva. Si usted cree que su pareja está intentando controlar sus decisiones reproductivas, es posible que quiera contactar a un/a intercesor/a contra la violencia doméstica para hacer un plan de seguridad sobre este asunto o hablar con un/a profesional de la salud sobre sus opciones. Planificar la seguridad en una situación de coerción reproductiva puede incluir:
- usted mismo/a comprar formas de controlar la natalidad o condones en vez de dejar que su pareja las compre;
- mantener los condones y otras formas de controlar la natalidad escondidas o en un lugar privado;
- inspeccionar las pastillas anticonceptivas para asegurarse que sean las correctas;
- inspeccionar los condones y la envoltura de los condones buscando alguna señal de que han sido manipulados como agujeros o rasgaduras;
- cambiar a una forma de control de la natalidad que no pueda ser manipulada como un IUD, inyección, vasectomía o alguna otra forma que un/a médico le recomiende.
Puede encontrar intercesores/as seleccionando su estado en nuestra página de Intercesoras y albergues.
1 Esta información es adaptada de Atendiendo la violencia reproductiva y la coerción sexual de la pareja íntima: Una guía para el ambiente de cuidado médico obstétrico, ginecológico y reproductivo,Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) y Futuros sin violencia.