Un get es el divorcio de acuerdo con la ley judía. Para encontrar una organización que ayude a las mujeres a obtener un get, visite nuestra página de Organizaciones Nacionales - Divorcio Judío (“get”).
El maltrato en la comunidad judía
El maltrato en la comunidad judía
Información básica sobre la ley judía de divorcio
¿Qué es un “get” o “sefer k’ritot”?
Un get es un divorcio religioso conforme a la ley judía (halacha) que solo puede conceder un esposo a una esposa. La palabra también puede referirse al papel que oficialmente concede un get. Esto es un sefer k’ritot (pergamino de separación). El sefer k’ritot es un documento de “no culpabilidad” y no detalla ninguna razón específica para el divorcio. Un sofer (escribano) lo redacta específicamente para una pareja.
¿Qué es un“beit din”?
Un beit din es un tribunal rabínico que, por lo general, consta de tres rabinos/as pero, a veces, consta de un/a rabino/a y dos miembros de la comunidad capacitados/as y no religiosos/as (laicos). Un beit din puede llevarse a cabo por muchas razones, ya sea para supervisar la conversión de una persona al judaísmo o para concederle un get a una pareja.
Si un esposo solicita un get, el beit din se realiza solo una vez, para presenciar el sefer k’ritot (pergamino de separación) y su entrega a la esposa. En este caso, el beit din no cuestionará a ninguna parte, sino que, simplemente, supervisará el proceso. Si una esposa solicita un get, primero debe reunirse con el beit din para que escuche su caso. Si determina que su caso es válido, solicitarán que su esposo comparezca ante ellos para conceder el get. Sin embargo, si el esposo se niega a comparecer, el beit din no tiene ninguna autoridad civil legal para forzarlo a hacerlo. Por lo general, elbeit din le exigirá a una mujer que comparezca si está en peligro y, por lo general, no le solicitará a una mujer que comparezca en el mismo momento que su esposo agresivo.
En algunos lugares, para convocar a un beit din, las partes deben firmar un shtar birurim, que es equivalente a un convenio arbitral. Un convenio arbitral es cuando las partes acuerdan que una persona o grupo externo tome una decisión sobre un desacuerdo y acuerdan respetar esa decisión conforme la ley. Aunque la decisión que toma el beit din en la cuestión del arbitraje no impide que un tribunal civil decida sobre la custodia, la visita y la manutención de el/la menor, es posible que incluso evite que un tribunal estatal tenga en cuenta otras cuestiones como la división de propiedades, bienes y deudas.
En algunas comunidades, las partes acuerdan que el beit din deberá establecer los términos para concluir el matrimonio, y las partes usan la decisión del beit din como un acuerdo matrimonial que se presenta en los tribunales estatales con otros documentos de divorcio incuestionables. Luego de pasar por este proceso, algunos/as sobrevivientes pueden sentir que no tienen otra alternativa más que respetar la decisión del beit din. Se recomienda consultar con un/a abogado/a sobre qué derechos civiles podrá tener en este tipo de procedimientos antes de firmar dicho acuerdo. Ingrese a nuestra página Buscar un Abogado y seleccione su estado en el menú desplegable para conocer los recursos legales en su estado. También puede buscar abogados/as que trabajen con la ley get en nuestra página Recursos Judíos.
¿Qué es una “agunah”?
Tradicionalmente, una agunah (“mujer encadenada”) era una mujer cuyo esposo había desaparecido en la guerra o en el mar, por ejemplo. Esa mujer no podía volver a casarse conforme la ley judía porque no era posible comprobar que su esposo estuviese muerto. En caso de que su esposo todavía estuviera vivo, aún se les consideraría casados si él no le había concedido un get antes de desaparecer. En la actualidad, como solución a este problema, en el Estado de Israel, muchos hombres casados redactan para sus mujeres un get condicional antes de partir para prestar servicio militar. Este documento garantiza que si el esposo desaparece en batalla, su mujer será libre para volver a casarse y seguir con su vida.
Sin embargo, en la actualidad, muchas agunot (plural de agunah) se encuentran “encadenadas” por los esposos que se niegan a concederles un get. No concederle un get es una forma común de maltrato conyugal, una forma de ejercer poder y control sobre una mujer y evitar que siga con su vida. Con frecuencia, el hombre abusa de su poder al negarse a conceder un get a menos que su mujer acuerde darle la custodia de sus hijos/as, dinero o algo que él quiera.
Ser una agunah puede representar una dificultad y aflicción para una mujer, sus hijos/as y para sus amigos/as y familiares. Una agunah no puede volver a casarse y tener control pleno sobre sus decisiones de vida. Para las mujeres ortodoxas, en especial, cuya identidad está atada a ser esposa y madre, la incapacidad de volver a casarse y, quizás, tener hijos/as puede hacerle sentir que perdió su identidad.
¿Qué es un “mesarev get”?
Un mesarev get es un hombre que se niega a conceder a su mujer un get y la fuerza a convertirse en una agunah (“mujer encadenada”). Todas las corrientes del judaísmo desaprueban este comportamiento.
¿Qué son los “mamzerim”? ¿Cómo se les trata dentro de las comunidades judías?
Puede ser importante obtener un get por el bien de cualquier hijo/a futuro/a. Si una mujer judía se vuelve a casar sin haber recibido un get, incluso si ha recibido un divorcio de acuerdo con la ley estatal (civil), los/las hijos/as de su segundo matrimonio son considerados/as técnicamente ilegítimos/as (mamzerim), y no serán aceptados/as en varias comunidades judías. Si alguien es considerado mamzer (singular de mamzerim), la etiqueta “mamzerim” estará presente en las próximas generaciones de su familia. Sin embargo, si un hombre se vuelve a casar sin un get, los/las hijos/as no se consideran mamzerim.
El hecho de que las generaciones futuras de un/a mamzer se consideren mamzerim, puede motivar incluso a los/las judíos/as reformistas, reconstruccionistas y no afiliados/as a obtener un get por el bien de sus hijos/as, nietos/as y bisnietos/as futuros/as. Aunque para los movimientos reformistas y reconstruccionistas un divorcio civil es suficiente para constituir un divorcio judío, muchos/as rabinos/as liberales aconsejarán a las parejas que se divorcien que, de ser posible, obtengan un get para estar en conformidad con una interpretación estricta de la ley judía.
El movimiento reformista rechaza el concepto de mamzerim por completo y acepta en la comunidad a cualquier hijo/a de cualquier padre judío como un judío que puede casarse y participa de los servicios. El movimiento conservador sostiene la postura de que una congregación no deberá indagar en el contexto del miembro, lo que básicamente implica que una sinagoga conservadora puede aceptar a los mamzerim. En los círculos ortodoxos, a los/as mamzerim no se les permite participar en la vida religiosa de la comunidad de ninguna forma. Esto significa que un/a mamzer no puede participar en una sinagoga o casarse con un/a judío en una comunidad ortodoxa o en el Estado de Israel.
¿Cuáles son algunos de los motivos por los que una mujer judía podría no querer dejar un matrimonio?
Las mujeres judías, al igual que muchas mujeres que son víctimas de violencia doméstica, pueden tener miedo de abandonar a su esposo por temor a la seguridad de sus hijos/as o por miedo a separarse de ellos/as. Es posible que también teman no encontrar un lugar seguro a dónde ir. Las mujeres que mantienen tradiciones kosher pueden tener miedo de abandonar a sus esposos agresivos debido a la dificultad para obtener comida kosher u observar el Shabbat (el Sabbath) en un albergue u hogar seguro. Las mujeres ortodoxas pueden tener miedo de exponer a sus hijos/as a una cultura no religiosa (laica) en un albergue. Sin embargo, es posible que haya albergues disponibles que cuenten con una cocina kosher o que proporcionen recursos para que usted pueda llevar su propia comida kosher.
Hable con un/a intercesor/a de violencia doméstica de su estado para averiguar sobre lo que está disponible ingresando en nuestra página Intercesoras y Albergues.
Existen agencias de servicios legales que se especializan en ayudar a mujeres de la religión judía. Para averiguar si hay alguna en su comunidad, puede consultar la página Encontrando a un Abogado para su estado o puede ingresar a la página de Recursos Judíos en nuestra sección de Organizaciones Nacionales.
¿Qué tengo que saber sobre la ley “get” antes de casarme?
¿Quién puede conceder un “get”?
Cualquier interpretación literal de la ley judía establece que solo un hombre puede comenzar los procedimiento de un divorcio religioso, y que debe hacerlo de manera voluntaria. Por lo general, un hombre hará que se redacte un sefer k’ritot (pergamino de separación) para terminar el matrimonio. Algunas autoridades ortodoxas todavía se aferran estrictamente a esta ley, pero las autoridades reformistas, conservadoras e incluso muchas autoridades ortodoxas concuerdan en que la mujer puede comenzar con el proceso de get al convencer al beit din (tribunal rabínico). Sin embargo, una mujer no puede conceder un get y no puede forzar a su esposo a que se lo conceda a ella en contra de su voluntad.
¿Quién puede necesitar un "get"?
Cualquier persona judía que haya estado casada con otro judío del sexo opuesto, es elegible para recibir un get. Si usted es una persona judía que contrajo matrimonio con alguien que no es judío o que se casó con alguien del mismo sexo, no es elegible para recibir un get y no necesita uno para que se le considere divorciado/a.
Si usted es una persona judía que no tiene un matrimonio religioso o que fue casado por un representante de otra religión (por ejemplo: ceremonia Unitarista, Episcopal, Metodista, Budista o Hinduísta), aún es elegible para recibir un get si su esposo/a es judío/a de nacimiento. Esto se debe a que la halacha (ley judía) acepta un matrimonio como válido una vez que se ha llevado a cabo, incluso si se realizó sin haber firmado un halacha (contrato de matrimonio judío).
¿Por qué alguien necesitaría un "get"?
Muchos/as rabinos/as reformistas están dispuestos/as a celebrar el matrimonio de una persona que solo tiene un divorcio civil de su primer/a esposo/a, pero es necesario obtener un get para volver a casarse en las comunidades ortodoxas y conservadoras. Es posible que los/as judíos/as reformistas, reconstruccionistas y no afiliados deban obtener un get para estar en conformidad con la más estricta interpretación de la ley.
Muchos judíos no religiosos eligen volver a casarse bajo la chuppah (boda dosel), firmar un ketubah (contrato nupcial) y tener una boda judía celebrada por un rabino/a o un/a cantor/a. Sin embargo, es posible que muchos matrimonios judíos no religiosos heterosexuales no se den cuenta de que para volver a casarse conforme la ley judía, tienen que obtener un divorcio halachic (ley judía). Si usted es judío/a no religioso/a, no afiliado/a, reformista o reconstruccionista que contrajo matrimonio en una boda judía, es recomendable que obtenga un get para que pueda volver a contraer matrimonio conforme la ley judía y lograr que ese matrimonio esté reconocido por todas las denominaciones (corrientes) del judaísmo. Sin embargo, si esto no es importante para usted, podrá decidir que no es necesario obtener un get.
Las autoridades ortodoxas sostienen que los/las judíos/as que contrajeron matrimonio en ceremonias civiles también deben obtener un get para poder volver a casarse conforme la ley judía. Si usted se casó conforme la ley civil, es posible que aún así desee obtener un get para estar en conformidad con la interpretación estricta de la ley.
¿Existen medidas proactivas que una mujer puede tomar para evitar llegar a ser una “agunah” en caso de que el matrimonio se termine?
Una de las mejores maneras de evitar la posibilidad de llegar a ser una agunah (“mujer encadenada”) es incluir una “Cláusula Lieberman” ya sea en un acuerdo prenupcial como en un halacha (contrato de matrimonio judío). La cláusula Lieberman se llama así por el Rabí Lieberman, el rabino reformista que la introdujo. Esta cláusula establece que en caso de divorcio, el esposo acuerda conceder un get y la mujer acuerda aceptarlo. Puede obtener más información sobre incluir este tipo de requisito en un acuerdo prenupcial en el sitio web de Beth Din of America El Contrato Prenupcial.
Muchas parejas religiosas firman un acuerdo prenupcial donde establecen los términos de un futuro get. Cada vez más rabinos/as reformistas, conservadores/as y ortodoxos/as modernos/as insisten en que las partes firmen el contrato prenupcial antes de oficializar un matrimonio. Algunos de los rabinos ortodoxos establecen que redactar este tipo de acuerdos en el ketubah es non-halachic (inválido conforme la ley judía), pero muchos rabinos/as ortodoxos/as estarán de acuerdo en apoyar que se redacte este tipo de cláusula en un acuerdo prenupcial. El rabinato conservador está de acuerdo con agregar una Cláusula Lieberman en un ketubah o en un acuerdo prenupcial. Un acuerdo judío prenupcial puede estar completamente separado de un acuerdo prenupcial laico (no religioso) que las partes pueden o no tener, y que puede referirse exclusivamente a la responsabilidad de ambas partes para conceder y aceptar un get, si es necesario.
Si la Cláusula Lieberman no se incluyó en un ketubah o en un contrato prenupcial, las parejas que ya están casadas pueden firmar un acuerdo post nupcial para incluir una Cláusula Lieberman. Esto puede parecer un paso extraño para las parejas casadas. Sin embargo, es otra forma de proteger los derechos de ambas partes en caso de que el matrimonio termine.
¿Cómo una persona obtiene un “get"?
¿Cuál es el proceso para obtener un “get"?
Una vez que un esposo acordó conceder un get el proceso no es complicado.
El esposo solicita a un sofer (escribano) que redacte un k’ritot (pergamino de separación) frente a él y a dos testigos. La mujer no tiene que estar presente en este proceso, aunque, por lo general, lo está. Tradicionalmente, el esposo concede el get a su esposa y se lo entrega en mano. Este ritual de aceptación del documento por parte de ella valida el divorcio. Luego, la mujer entrega el documento al beit din (tribunal rabínico) donde se rompe para garantizar que no pueda volver a utilizarse nunca más y, luego, se archiva. El beit din proporciona al esposo y a la mujer una p’tur (declaración de liberación) que establece que han recibido un get y son libres para volver a casarse.
Nota: Un acuerdo con el beit din podrá tener algunos efectos incluso en una causa de divorcio civil. Para más información sobre los efectos de un acuerdo con el beit din, consulte ¿Qué es un “beit din”?
Si hay antecedentes de violencia doméstica u otro tipo de maltrato, o en un caso donde la distancia hace que sea imposible que una mujer vaya hasta donde está el beit din, la mujer no tiene que ir a donde está el beit dino a aceptar el get de su esposo directamente. En su lugar, el beit din puede designar a un representante del esposo para que entregue el pergamino de separación a la mujer. La aceptación física del documento por parte de ella ya valida el divorcio.
¿Puede una mujer iniciar el proceso para el “get”?
Tradicionalmente, solo el esposo puede iniciar el proceso para el “get”. Sin embargo, actualmente algunas corrientes del judaísmo permiten que las mujeres le soliciten a un/a rabino/a o a un tribunal rabínico iniciar el proceso para el get y convencer al esposo de que lo conceda.
Para comenzar con el proceso del get como mujer, usted puede hablar con su rabino/a. Si usted no tiene un/a rabino/a, puede hablar con un/a amigo/a o familiar que confíe en su rabino/a y se lo/a pueda recomendar, o puede encontrar uno en los sitios web de Unión para la Reforma del Judaísmo, la Sinagoga Unida del Judaísmo Conservador, Reconstruir el Judaísmo, o la Unión Ortodoxa de Rabinos. (WomensLaw no está afiliado a ninguno de estos sitios web por lo que no podemos verificar que la información incluida sea correcta).
Por lo general, si el divorcio no se ha otorgado, el/a rabino/a puede primero sugerirles a usted y a su pareja que busquen asesoramiento antes de solicitar un get. Sin embargo, si usted se encuentra en un matrimonio donde hay maltrato, el asesoramiento puede no ser una opción segura. El comportamiento de los/las maltratantes no se modificará aunque reciba asesoramiento. Si usted siente que el asesoramiento no es una buena opción, o que atrasar el divorcio podría ponerlo/a en peligro, asegúrese de hablar sobre esto con su rabino/a.
Si el asesoramiento no es una opción, o si después de recibirlo no desea continuar con el matrimonio, usted probablemente pueda comenzar los procedimientos para obtener un get.
¿Puede una mujer llevar a un amigo o intercesor al “beit din” para que la asista para obtener el “get”?
Una mujer puede llevar a un/a amigo/a o intercesor/a al beit din (tribunal rabínico) para que la asista. Además, si una mujer tiene miedo de asistir al beit din debido al maltrato doméstico, puede negarse a asistir y designar a un/a representante para que su esposo le entregue el sefer k’ritot (pergamino de separación).
¿Qué hago si mi esposo está lejos o no me quiere conceder el “get”?
¿Qué hago si mi esposo se niega a concederme el “get“? ¿Qué puede hacer la esposa?
Si su esposo se niega a concederle un get, hable con su rabino/a. Es posible que él o ella convoque a un beit din (tribunal rabínico) y emita un seruv (decreto) contra su esposo. También es posible que su rabino/a logre que la comunidad presione a su esposo para que le conceda un get. También podrá contactar a una organización que le brinde ayuda con el divorcio judío. Estas organizaciones proporcionan asesoramiento legal y terapeutas capacitados a las mujeres para ayudar a víctimas de violencia doméstica. También puede leer ¿Qué tipo de medidas podría tomar una comunidad contra un “mesarev get”? sobre alternativas que puede tomar una comunidad contra un esposo que se niega a conceder un get (mesarev get). Es posible que usted u otros miembros de la comunidad logren que la comunidad tome las medidas mencionadas contra su esposo.
Sin embargo, es posible que desee hablar con un/a intercesor/a de violencia doméstica antes de participar en medidas comunitarias para intentar implementar un plan que la mantenga a salvo de su esposo.
Puede encontrar intercesores/as en su área en Intercesoras y Albergues. Puede encontrar consejos sobre cómo implementar un plan de seguridad para estar a salvo de un/a agresor/a en nuestra página Ideas para su Seguridad.
Si mi esposo no me concede un “get” ¿aún puedo obtener un divorcio civil?
Si el esposo se niega a conceder a su mujer un get, de todas formas puede obtener un divorcio civil en todos los estados.
Algunos estados tienen protecciones especiales para las mujeres cuyos esposos se niegan a conceder un get. Por ejemplo, en Nueva York existe la ley llamada “Ley del get”, que se encuentra en la Ley de Relaciones Domésticas, artículo 253. Esta ley establece que cuando una parte hace una demanda de divorcio civil, es responsabilidad de ambas partes garantizar que no existan barreras para que cualquiera de las partes vuelva a contraer matrimonio (religioso o de otro tipo) después del divorcio. Esto efectivamente asegura que un hombre no pueda, de acuerdo con las leyes de Nueva York, negarse a conceder un get a una mujer.
Nota: Actualmente, la “Ley Get” de Nueva York se está debatiendo en un caso denominado Masri v. Masri. Si usted vive en Nueva York, asegúrese de hablar con su abogado/a civil y su rabino/a sobre si puede utilizar esta ley para obtener un get y sobre cómo asegurarse de que su esposo le conceda un get.
Si vive en un estado diferente a Nueva York, puede hablar con su abogado/a especialista en divorcio para que él/ella le pida a el/la juez/a una orden similar. Aunque es posible que muchos jueces/zas no quieran tratar este tipo de temas, un/a abogado/a podría presentar argumentos legales para convencer a el/la juez/a de que ordenar al esposo que conceda el otorgamiento de un get está en línea con el propósito de un divorcio civil. Ingrese a nuestra página Encontrando a un Abogado y seleccione su estado en el menú desplegable para conocer los recursos legales en su estado. También puede buscar abogados/as que trabajen con la ley get en nuestra página Recursos Judíos.
¿Qué tipo de acciones podría tomar una comunidad en contra de un “mesarev get?”
Un beit din (tribunal rabínico), con frecuencia dictará un seruv (decreto) contra el esposo que se niega a conceder un get (mesarev get). El seruv condena al mesarev get por negarse a conceder un get a su esposa. Los seruvim (plural de seruv) se toman muy en serio en las comunidades judías religiosas. Sin embargo, fuera del Estado de Israel, los seruvim no tienen fuerza legal en el marco de la ley civil.
Muchas comunidades ortodoxas ejercerán presión social o financiera sobre un mesarev get para obligarlo a que se divorcie de su esposa. Algunas comunidades se negarán a permitirle que participe de la vida de la sinagoga, los/las amigos/as cortarán los vínculos con él y los miembros de muchas comunidades se negarán a realizar negocios con él. Las comunidades judías publican los nombres de los mesarvei get (plural de mesarev get) en sus boletines informativos, periódicos locales e incluso en Internet, y se aseguran de que la conducta inadecuada del hombre sea ampliamente conocida. Con frecuencia, los miembros preocupados de una comunidad harán una manifestación fuera de la casa de un mesarev get o pedirán que se boicotee su comercio o tienda. Estas tácticas pueden ser muy efectivas.
¿Qué papel desempeña la violencia doméstica en las cuestiones de “mesarvei get” y “agunot"?
Negarse a conceder un get es un tipo de maltrato en sí mismo. Un hombre que se niega conceder a su esposa un get está abusando de sus privilegios según la ley judía y está buscando controlarla de una manera maltratante. Con frecuencia, cuando un hombre no quiere otorgar a su mujer un get, esto es una prolongación de los comportamientos controladores y agresivos que estuvieron presentes en el matrimonio de la pareja, tales como el abuso físico, emocional, económico y sexual.
Muchas mujeres judías que han sobrevivido a la violencia doméstica sienten vergüenza porque creen que otros esposos judíos no son agresivos y que son ellas quienes no han cumplido con sus obligaciones de generar shalom bayit (paz en el hogar). Recuerde que la violencia doméstica nunca es culpa de la víctima, no importa cuál sea su religión. Los índices de violencia doméstica son casi los mismos en la comunidad judía que en la comunidad en conjunto, y son los mismos en todos los niveles económicos, educativos, en todas las corrientes del judaísmo y en todos los niveles de observancia. Una mujer judía tiene tantas probabilidades como cualquier otra mujer de convertirse en víctima de violencia doméstica. Al igual que todas las víctimas, no merece el maltrato. Merece el derecho a tomar los pasos que sean necesarios para garantizar su seguridad y felicidad, y la seguridad y felicidad de sus hijos/as e hijos/as futuros/as.
Muchos battei din (tribunales rabínicos) consideran que es una obligación moral ayudar a una mujer maltratada a alejarse de su esposo y obtener un get. Si su battei din (tribunal rabínico) no es proactivo, usted podría considerar comunicarse con una organización que brinde asistencia a las agunot (“mujeres encadenadas”) y víctimas de violencia doméstica en nuestra página Recursos para Judíos.